Llegar a los primeros 60km de cleta (y volver a la realidad de la pandemia)

Hace unos meses, cuando buscaba entrenadores certificados por la FEUTRI, el primero al que le pedí guía constante me dijo pocas cosas para tirarme un plan de entrenamiento. Entre ellas, replicó: "necesitamos que pueda tirar 60k sin problema." Eso fue lo que me dijo cuando le compartí que mi objetivo es poder algún día darle al triatlón olímpico. Eso fue a principios de mayo. Y luego no supe mucho más de él hasta el día en que, por cansarme de esperarle por un 2do mes de plan, rompí con él mi contrato.

Por supuesto que su irresponsabilidad, como hace muchx ticx, me la tiró encima, queriendo hacerme creer que su falta de profesionalismo tenía algo que ver con el silencio con el cual cumplí un mes de entrenamiento riguroso antes de volverme a aparecer con mis datos en la mano. Decisiones que tomamos algunes para demostrar nuestros compromisos. "Un proyecto personal", me decía, para justificar su falta de atención. Y ahí voy aprendiendo de múltiples formas que no toda persona que hace deporte tiene una disciplina, constancia y ética admirable. 

Vino una recaída en mi entrenamiento y tuve que devolverme a la búsqueda de equipos o entrenadores para poder enseriarme. "Si sigo topando con pared, ¡voy a soltar", le decía a una compa, "y ¡no quiero!" 

En eso vino Luis en TriBelén, y me han recibido ahí con brazos abiertos. Realmente ha sido grato ver cómo funcionan en ese equipo, al menos hasta ahora. 

Hoy cumplo apenas 1 semana de estar con TriBelén Máster y el plan de mi nuevo profe para hoy sólo decía "4-5 horas ciclismo en terreno variado". 

Para domingo tocaban esas horas sobre las 2 de ayer sábado. Y yo no tenía idea de cómo iba a hacerle. ¡Resolví por irme en paz! Dije: "con salir ya gano." Y pedalié despacito xq ayer ya vine de San Isidro de Heredia a los Yoses por Coro centro y para mí todo esto es nuevo. Cada cosa es un logro, si se quiere. Cada vez que me pongo el vestido de baño, cada vez que hago una sentadilla, cada vez que me muevo con algo...

Y bueno, ¡hoy llegué al mirador de Ujarrás en suprema paz y tranquilidad todo el rato! La meta del entrenador previo se cumple sin que él esté aquí para ver mi camino. Y me acerco cada vez más a saciar mis ganas de ir a cletear por Orosi, aunque sea sola yo quien pedaleo. 
 No sé si es la edad, que ya unx acercándose a los 40 deja de esperar cosas de la gente y se decide a hacer lo que quiere. O si será la identidad, la que me forja a salir adelante a pesar de mis ideales. 

Ahora que llego a los 60k, mi nueva meta es pronto hacer la vuelta del mono y ¡¡gozarla con todo!! Poco a poco, es la cosa y, aunque me pelee con mis tiempos, también avanzo aprendiendo a respetarlos... 


"Cada quien va por su camino, ¡no te comparés!" me decía mi ex-esposa ayer. Y ¡bueno! Aunque sé que aquí muchxs tiran 100-200k sin sudar mucho la gota gorda, para mí esto es de celebrar, aunque sea por aquí, en su registro y compartir, de alguna forma. Para mí eso se disfruta, aunque deba volver a ver la conferencia de prensa y el avance de la segunda ola que lleva esta pandemia. 

El golpe se verá brusco en este cambio de tema. Pero es que yo no quiero saturar - ni que saturen - los servicios médicos. No quiero ver que la gente que lo necesita no pueda acceder a la Caja, y no hablo sólo de los pacientes con COVID. Me refiero al que se quiebra un brazo, le va a dar un infarto, anda con una neumonía o necesita intervención quirúrgica. Yo no quiero seguir subiendo a más de 200 casos diarios sin que puedan internar a quienes deben atender como se merecen. Como merecería cualquier vida a recibir la atención adecuada. 

Y aunque vivo en un constante conflicto entre abrazar mi aclamada chancleta y decir "¡ah! ¡Ese virus con vibrar más alto se enfrenta!" y ame poder explicar las múltiples formas en las que este virus pareciera ser un mecanismo más, otro muy potente, de un sistema estatal de control y manejo de las masas a nivel global, la verdad es que yo opto por bañarme en salud, literalmente, y aprovechar el vivir sola, cletear sola, ir al súper solx... porque no quiero que sea mi irresponsabilidad con la sociedad en la que innegablemente vivimos la que deje fuera a una persona adulta mayor que necesita una cama. 

No quiero saber a mi madre en la UCI, no sólo porque no se merece estar ahí y punto, sino porque no puedo imaginar lo que sentiríamos de saberla ahí sola y no poder acompañarla. Mucho menos mis sobrines, la gente a la que amo, mis familiares adoptadxs en la vida y allegadxs. No quiero ver a la gente que amo no tener acceso a un respirador si llegaran a necesitarlo. Y entonces pienso: ¿Qué me cuesta? 

Ponerme la mascarilla, usar alcohol en gel, lavarme las manos... Está bien que no sea época de ponerse a soplar las candelas de un queque, crea o no que tengo el virus en mi cuerpa. ¡Nada me afectó en mi cumple el no poder hacerlo!

Y ¡por supuesto que he roto mi burbuja! Si una burbuja de 1 es difícil de preservar y ¡claro que me quejo! No es pa tanto lo que me cuadra esta soledad, aunque a veces voy y vengo en esto. Pero yo fundamentalmente siento que hay maneras de circular esta pandemia, especialmente si eso significa no ir a pegarse la fiesta, tener más cuidado con la gente a la que veo de una u otra forma y, primordialmente, practicar la imposición de mis límites de vez en cuando. 

Estx soy yo celebrando mi cumple en Cahuita,
un lugar donde literalmente me agradecieron por
llegar a consumir algo. Mi punto es que hay maneras de
recrearse que no lleven a tener COVID ni a pegárselo
a mis familiares.
¿Que la gente que se murió ya estaba enferma? Nadie tiene derecho a acelerarle la muerte a nadie, y a toda persona, con toda característica, se le debe resguardar y respetar su derecho a la vida. 

El cuento es que el COVID anda matando. (Digámoslo así hasta para el más escépticx.) Aunque no mata peor que muchas otras cosas, la realidad es que ahorita el gerente médico de la Caja reporta que estamos al 66% de ocupación de una unidad en particular que tiene todas las probabilidades de seguir aumentando en ingresos. 

continuar con las medidas de salud que bien que nos ganaron un lugar ejemplar a nivel mundial antes significa evitar la saturación del sistema médico a partir de este momento. Es decir, la gente en este país ha demostrado que puede aplanar la curva (y yo me pregunto: ¿cuánto más quieren que suba esa pendiente?) Especialmente ahora que la economía avanza a una fase de mayores libertades, algo que también me genera conflictos de múltiples formas, es altamente necesario transitar con cuidados que nos aseguren que no nos sigamos contagiando a un nivel mayor del que puede tolerar el sector salud. 

Botemos todas las teorías de lo que quieran, es un ejercicio que me encanta. La realidad es que ahorita podemos aún parar que empiecen a caer muertxs como moscas. 

¿Qué les cuesta seguir teniendo paciencia un rato? 

Vamos por una segunda ola que sube como si fuera la cuesta del Irazú. Y está en nosotrxs, en cada quien, irse alejando de ser nuevos casos que llegan a las puertas de gente que poco a poco va quedando fuera de los edificios médicos en los que trabajan. Si para ayudar esa realidad que transitamos lo que necesito es ponerme a escribir, ver tele, ir a comer con cuidado, ponerme la mascarilla si me monto a un bus, lavarse las manos al llegar a la casa, ver gente a 2 metros de distancia, dejar de ir a tomar con un poco de familiares o amigxs y hacer todo lo que fácilmente se puede cumplir, ¿qué problema tiene? 

Bueno y ¡"feliz" pride! Sias tonto.
Además, hay gente que no tiene ese privilegio de resguardarse en su casa, y está en nosotres dejar de serles una fuente de riesgo. 

Realmente comprendo la dificultad humana que tenemos para dejar la vida cotidiana como la conocíamos hasta ahora. Y ciertamente es una mierda que vivamos en un mundo en donde no sabemos ya si lo que los gobiernos nos tiran, por más fidedigna que sea su presentación, es basura o si estamos todxs esperando a que nos intoxiquen con la próxima vacuna mientras una gran cantidad de la población baja de hambre a hambruna. 

Simpatizo fuertemente con la historicidad de desconfianza que se ha ganado la administración pública en muchos aspectos. Y más que nada amaría irme ahorita para una finca a trabajar la tierra y olvidar estos problemas capitalinos que nos atraviesan. ¡Pero la realidad es así! Este plano de la existencia es bien mierda, disculpen que lo diga de esa forma. Y, en este momento, el hacerlo menos putrefacto recae en que entremos en esas dinámicas de cochinada y nos lavemos las manos, usemos las mascarillas, mantengamos la distancia y dejemos de estar birreando como si no pasara nada. Porque la siguiente señora de 50 a 80 que tenga que ir a la Caja se merece que no la dejen esperando hasta que se muera y la botemos en una bolsa de cadáver contra un poco más de cuerpos apilados como, recuerdo, han tenido que vivir en muchos otros lugares del planeta recientemente. 

No sean tan irresponsables, maes. 12 meses de esta vara no van a matar a nadie. 12 días de pasar en fiesta potencialmente sí. 

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