Shedding Skin, Shedding Lives

Hace rato que no escribo. La razón primordial siendo que vivo. La otra siendo los tiempos que tiene la escritura a pesar de mí. Siempre hay algo, algunes le llaman maduración, que relenta los procesos de escritura de alguna forma, he aprendido. Sigo confiando en eso. Sigo abrazando el volver a sentarse a darle.  Pasaba el Braulio Carrillo anoche buscando soltar las últimas intenciones de bienestar para gente que amo. Me preguntaba, muy adentro, si pierdo la cordura ya, conforme considero que la entrega incondicional de los afectos quizás me lleva a mundos que no dialogan muy bien con éstos de los cincos y los pesos. Cargo maletas más allá de las que chequeo, porque el peso en el corazón quizás es de los más grandes; de aquello no dicho, el error cometido a pesar de los intentos por ser cada vez mejor, cada vez más comprensiva, amena... Puerta 16, vuelo sale en 50 minutos, los mismos que marca el reloj pasadas las 6 de la mañana.  Noche fuerte la de ayer. Dejar Costa Rica

Todo Para mí sería más fácil no amar No así Sería más fácil entregarse pudiendo olvidar Dejando atrás el afecto para encontrar la dignidad, le llaman algunes. Me reviento por dentro de saberme en expansión Contracciones constantes. No he parido o dado a luz pero siento el tirón de la contracción de la vida, cada 3 segundos A veces perpetuas Por tiempos descansa La vida abarca para volverme a tirar Lanzo escritos al vacío a sabiendas de la anonimia que existe en la normalización del mirar ¿Para qué hago todo esto? Disponerme a amar como respuesta contundente de las necesidades de un planeta que se esfuerza por evolucionar. A veces miro la ciudad y sé que por ahí está El ser cambiante al que me apego, aferro, conecto Comenzar un camino con las voluntades de estar Entrar a una relación con la promesa de amar ¿No es eso lo que pasa cuando una dice "mucho gusto" al iniciar? Dar el primer paso desde la cordialidad del empezar Borrones y cuentas nuevas