Se siente todo rico
Aún encapullade, como una babosa habita el caparazón: así; yo. Envuelte sobre una manta, el Universo (Dios, Jehová, Jahvé - ¡cuántos nombres como Buddhas existen en la historia) me abraza. También ella; mi casa; mi esposa, mi amante, mi compañera de vida...¡la vida! Vida, como tal, me da; sea una exhalación en su aliento o el viento entre los pinos conforme abro la ventana (¿portales, acaso..?). Pierdo mi energía en el proceso, porque vine a sanar. Es eso. Tomé la decisión con(s)ciente por la necesidad imperante de - ceder mi fuerza vital para alterar estos planos en los que nos encontramos -. Yo me relaciono con ustedes entre pantallas de la misma forma que otros seres lo hacen a través o desde otras dimensiones. No tengo cuidado con lo que digo, porque es expresión sin censura de lo que me atraviesa. Sea lo que sea que me habita (perversiones, conceptos o la diversidad infinita de composiciones posibles), existo; eso es justificación suficiente (cuando ninguna debería