Shedding Skin, Shedding Lives

Amanecí abrazando la muerte Tibia en la frente Cálida en el agarre de su mano Se fue, pienso Va de camino a mejores mundos El cuerpo cede ¿Sabe? Se pone frío y tieso Como el gesto en el rostro que graba el miedo para siempre en la memoria de sus células blancas y rojas Es triste, tal vez Esperar la dureza para llegar a la blandeza de un corazón que pudo haber dado ¡tanto! tan solo un poco antes. La invitada que todes sabemos que vendrá y nadie quiere recibirle apenas toca la puerta Súbita su entrada, por más que la esperemos en un aviso con tiempo Lenta su salida, por más rápido que se haya llevado el último respiro de algún cuerpo Es difícil, tal vez Saber que no sabremos nunca cuándo nos llega Y que, aún el saberlo, únicamente complicará más las cosas. Anoche tomaba una taza de té de lavanda Empotraba el barro de la jarra en el chakra del corazón Como esperando que el violeta llevara la agonía a mejores reposos Mientras tanto, quizás, en lo que flotaban las

You know what I’m impressed with today? It’s the assessment. The way people assess the way you look and how you communicate beyond a “normal” degree of interaction in today’s US of America. I mean…I just have to say it. I am not one to support normality by any means, but when you stand with your body in a place trying to LIVE - just that-, like any body would (the splice by a space in “any body” from its grammatical spelling is fully intentional), you kinda feel… Well…insulted. Violated. Transgressed. You feel as if you have just been made feel different. And that is, in many ways, not right. You are isolated. Pushed out. Careful with this, it is not just pushed with words or looks or even actions, it is moreover a behavior that forces you immediately out of your state of being. How you were and are up to then is no longer saintly. No one may ever be sacrosanct, I know; but what I am saying is that you are pushed into a different state of being just by the violence that lies w

Ayer fui con Jimena a buscar a Ula, una mujer entre 50 y 54 años que conocimos en una boda junto a su pareja Eve. Se suponía que la íbamos a apoyar mientras ella corría cerca del centro del pueblo más cercano a aquél donde vivimos. Ula se nos fue; nos pasó por en frente y no la vimos. Lo que sí vimos fueron millares de millares de personas corriendo. Era como ver un cardumen de truchas nadando en cataratas de agua fresca. Lo impresionante de ver esta maratón es la cantidad de gente tras otra que fluye en un mismo ritmo por una misma calle haciendo ejercicio. La diversidad de quienes corren es impresionante. Vimos a una mujer no vidente correr de la mano de su guía. A más de cien hombres mayores con más fuerza en su corazón que los músculos de mis piernas. Vimos madres abrazando a sus hijes y sobrines al lado de la carretera mientras le daban un banano o le abría yo una bolsa de proteína a una completa extraña que buscaba mi confianza. No se trata de las camisas Nike o los patrocinador

I remember crying More than once To my wife On the phone Why does it need to be this hard? I asked her Being the daughter to a woman with a right To be more than "just a mother" To be more than Mother Pack my bags, Take 3 buses Fly my way to her. I need nothing To hold me -- I saw my mom taking her first selfie yesterday She sat next to me on a cushion by a man who played rock-reggae "Take a picture," we told my stepdad. The love I feel of seeing her live is joy. We must have moved around 150+ pounds of clothing this week. We turned drawers from full exhaustion into void and energy. My mom's laughter is transforming. I know many people love their mothers. My story has been different. Growing up, I was deprived of the energy to love her. Dad made sure of it. Now I see a warrior. The main survivor of the violence circle that was my upbringing. She does not dance anymore, she says as she polishes the dust off her dancing sh

Un poco de nada Mañana por la mañana me montaré a un bus que me llevará a Austin, Texas desde Corpus Christi. De ahí espero tomar otro bus que me llevará al aeropuerto donde tomaré un vuelo hacia mi madre. Volver a Las Vegas tras quizás una década. Hoy fuimos a caminar por la playa. Es mi despedida personal a este pueblo que me ha dado tanto sin físicamente darme nada. Lo que más me ha sorprendido o alegrado ha sido poder volver a circular por las calles y recibir un saludo no sólo verbal, sino físico mientras la gente, aparte de reconocerle, le extiende la mano, alza un saludo y muestra la boca conforme una pasa. ¡Qué difícil ha sido creer que hemos llegado a socializar el no reconocimiento de la otra gente! En 2 semanas he aprendido más sobre construcción que a lo largo de toda mi vida. Aunque también fue precioso reconocer que sabía más de lo que yo pensaba sobre el mantenimiento práctico de una casa. Creo que eso pone muchos pensamientos en remojo sobre las costumbres d

Qué dicha que ganó Carlitos. De verdad. Por favor dése un momento para realmente caer en cuenta que el gane es ciertamente eso, una dicha. Hay ciertas cosas que me enseñaron estas elecciones. En este escrito pretendo hacer un breve repaso: 1. Hace falta más que comprar votos en centros religiosos para ganar unas elecciones en Costa Rica. Creo que ésa es una lección sumamente importante. 2. Ya ni Liberación puede comprar gente. Es relevante saber que la tradición del bipartidismo está bastante lejos. Aunque fue bonito ver a Piza regresar a un intento un tanto más decoroso. 3. Sumado al anterior, sin embargo, es valioso recordar que no podemos quedarnos muy lejos de la década de los 40s en Costa Rica. Si perdemos el recuerdo de lo que ha ayudado a fundar mucho sobre lo cual se asienta el respeto ciego en Tiquicia, estaremos aún más cerca de una segunda ronda tan espeluznante como esta. 4. La violencia es real en Costa Rica. La homofobia quedó demostrada más que nunca en múltiples cu