¿No leyó la noticia que hackearon?

Aquí le dejo el enlace: Noticia Audios Restauración Nacional

No me lea a mí; lea eso. No sólo lea, escuche esos audios.

Anoche no pude dormir. Pasé 40 minutos mirando el cielorraso.

Amaría tener una o dos personas simpatizantes con Fabricio Alvarado con quienes dialogar. Inclusive grabar un video sobre nuestras diversas posturas para tratar de comprender qué es lo que está pasando. Pero ahora es innecesario, casi. Lo que yo veo con esto es un ataque clarísimo a los pilares sobre los cuales se monta una democracia. ¿Por qué? ¿No hay un candidato pasándose leyes por el rabo cuando pide a pastores que pidan votos a sus feligreses? ¿No hay un tribunal de elecciones aparentemente incapaz o indispuesto a parar un claro anillo de trabajo en donde la fe de las personas (es decir, su religión) se está usando para conseguir no sólo votos, sino dinero para campaña política? No son pajas; las encuestas claramente dicen que es un 70% de evangélicos los que han votado por Fabricio. Si un ente regulador de los procesos de campaña electoral es incapaz de actuar sobre un claro fraude electoral, ¿no estamos ya inmersxs en una crisis política? Digo, ¿no es éste el primer (o décimoquinto) síntoma de un peligro nacional que YA está en marcha? ¿Imparable, aparentemente, encima?

De verdad lo que tengo son preguntas. Yo no soy pero ni medianamente apta para hablar sobre temas políticos. Yo soy una artista afanada con la educación superior a quien le gusta leer libros. Yo no sé de política, pero tampoco pareciera hacer falta saber mucho para comprender por dónde viene la cosa. Y pareciera necesario saber lo suficiente como para no caer en este juego que se montó Restauración Nacional a costa de muchísima gente. Gente medianamente inocente. 

Yo sé que todes (bueno, la gran mayoría excepto quienes no van a votar y no les interesa las elecciones) estamos esperando el domingo de resurrección. Como si ese domingo fuera a revivir con Cristo la sanidad política. Cruzando los dedos y cerrando los ojos, poniendo una equis con un lapicero para marcar que ojalá Carlos quede para que no se vaya el país a la mierda. Ojalá Carlos quede, de verdad, lo espero con todas mis ansias. Pero yo ya no apoyo a Carlos porque sea PAC o le tenga afecto. Yo apoyo a Carlos primordialmente porque NO es Fabricio. Es decir, no comencé así, pero ahorita no queda de otra. A mí más bien Carlos me parece demasiado suavecito en los debates con cómo le entra a la cosa. Y yo sé que tiene su táctica cuando cierra hablándole a la gente campesina o de zonas rurales (al menos eso espero), pero lo que necesitamos a 5 días de las votaciones es tomar conciencia de lo MAL que Restauración ha hecho las cosas. Y buscar maneras de parar lo que posiblemente sea el comienzo del fin de una verdadera democracia.

Tomado de https://elpais.com/internacional/2018/03/26/america/1522024297_765736.html?id_externo_rsoc=FB_CM el 26 de marzo del 2018
"Vamos a tener que recurrir a lo que logró Dios con Restauración el domingo 4. ¡Diay! que caigan bendiciones ahí...Necesitamos bendiciones para la alimentación, bendiciones para el transporte y bendiciones para muchísimas cosas que son absolutamente necesarias" dice Mario Redondo, el diputado de Alianza Demócrata Cristiana en esta reunión "secreta y sin grabaciones" que apoya a Fabricio. Sólo una bonísima locución podría efectivamente hacer tan naturalmente la voz descarada con la cual Redondo dice esto.

Manipulación, fraude y descaro. Todo por medio de un evangelismo que cae preso de una maraña política de la más extensa y la más dañina.

Si usted no va a votar, es posible que en sus próximos 4 años le priven de más de un derecho. No es algo para "protestar luego". Lo primero que se irá, probablemente, será su derecho a la protesta. Si usted está dando plata a una iglesia evangélica, véala donde anda; siendo calculada para juegos políticos. Si Fabricio es su candidato, véalo como se va, sin terminar de rezar, siquiera, tras venir a pedir votos manipulados y dinero robado. Este hombre no es religioso ni devoto. Es, como dice él en esta otra entrevista, un apasionado por la televisión. Punto. Léalo, por favor, diciendo que ni él mismo sabe cómo es que puede estar ante las puertas de la presidencia:

Tomado de https://elpais.com/internacional/2018/03/26/america/1522024297_765736.html?id_externo_rsoc=FB_CM el 26 de marzo del 2018.
Yo no entiendo cómo las medidas internas en Costa Rica no han llamado a algo más que ver los toros desde una barrera que está cada vez más cerquita. Y también comprendo la inutilidad que se siente al no poder cambiar de pensar a gente que ni siquiera conocemos, que probablemente no ronde nuestras casas o hable libremente con nosotres sobre su sentir religioso. O a aquella que nos sorprende, porque le creíamos amiga o cercana y resulta que prefiere defender a un candidato tan poco honesto y preparado antes que ceder su voto a lo que más nos beneficia. Sé que no es el patriotismo la carta que nos salva de que la señora que va al templo evangélico deje de ver que lo que el pastor le dice como necesidad de voto. ¿Qué se hace? ¿Usted no tiene gente que vaya a votar por este hombre? Como para hablarle e insistirle en que su voto nace a raíz de un juego poco pudoroso. Yo no sé qué se hace, pero al menos pensándolo en vez de seguir como si no existiera la cosa han de surgir ideas de posibilidades de cambio antes de que sea eso lo que menos haya. 

Lamento tantísimo estar tanto más cerca de comprender cómo dejar los procesos políticos meramente en manos de un país puede llevar al mundo a ver cómo cambia una nación de un estado político democrático a otras formas de dominio. Y todos nada más sentir dolor al ver la noticia tocar el tema sin poder hacer nada al respecto. Yo no quiero saber que mis sobrines están viviendo en una Costa Rica liderada por Fabricio. No lo quiero porque ese hombre que ocupe Casa Presidencial necesita tener más preparación que decir "bueno, vamos a entrarle al asunto" y definir su primer objetivo como "crecer" al respecto. Sobretodo, no lo quiero porque ni de presidencia ni prédica quiere la menor cosa. Lo que quiere es robar y hacerlo a escondidas sin que le laven los calzoncillos en público cuando lo agarren organizando un país entero para su propio beneficio. Y usar la religión como principal arma de su táctica.

No es sólo indignación lo que me causa, es vergüenza, repudio, preocupación y lástima. No ajena, a veces inclusive mucha es propia.

Comments

Popular posts from this blog

Entrevista a Jorge Alfaro de Yale University sobre COVID-19

Costa Rica no es la que yo pensaba - Escrito incompleto

An Image of My Mother

3r aniversario de nuestra primera boda

Day 3 - Tornado Cleanup

Un vistazo al ayahuasca - 4 segundos

Cuando muere la vida como la conocía

Alguien tiene que hacerlo

Bretear en comunidad