Buenas noticias que compartirles

Hoy sí tengo un montón de buenas noticias que compartirles, ¡por dichísima de la vida!

Primero, abro capítulo con el cierre del desplazamiento previo.

Los vuelos de regreso a algún lugar y de salida de otro siempre son muy conmovedores. Pueden serlo; no necesitan ser así, pero aprovecho todo lo que hay en juego entre un traslado y otro para sentirme; y, en ese trayecto, conocerme.

Al salir de Panamá (que, por cierto, recomiendo viajar con Copa por las comidas que dan y el permiso de maletas en relación con unos 30 a 40 dólares de aumento en el precio más barato que conoce la industria en ciertos trayectos) veía esto y pensaba:

¡Claro! Porque necesitamos cada une una pantalla, ¡por supuesto! Y entre lo que comenzaba como burla interna a manera de chiste mental sarcástico, terminaba en una pequeña reflexión que aún no trago sobre la implantación de las pantallas digitales como necesarias en nuestro entorno cotidiano inmediato. Pero bueno, ¡para un vuelo de 8 horas se las trae! No que el mío fuera ése, y 6 horas, encuentro, no lo justifican, al menos. Es un exceso, me parece, de lo mucho que alegamos necesidades para justificar privilegios que nos tienen cerca del embotellamiento global de desechos en relación con nuestra madre naturaleza. Y hay que decirlo así, en términos bien hippies, quizás, para ver si comprendemos que la naturaleza es más sabia de lo que podemos imaginar (siquiera) y que por eso las anacondas se reproducen, literalmente, a pesar de que nosotres creyéramos que corrían algún peligro mundial y ellas decidieran reproducirse en una celda entre 17 hembras. Hermanas...en redes, solidarias, reproduciéndose tranquilas en el acuario de Boston.

Ciudad a la que llego, nuevamente, para el último estirón del par de años. ¿Qué significa eso? Regresar a Costa Rica indefinidamente.

Primero, me puse un freno a priori. No irme de vuelta sin tener los boletos a Kenia. Hay gente pacientemente esperando/alentándome a llegar. Hay cosas que hacer por ahí, hay proyectos que remover, platas que mover y gente con la cual colaborar. ¡Rico eso! Demasiado rico.

Luego llega la vida y elabora como mejor prefiere. El Fondo Centroamericano de Mujeres nos concede confianza para elaborar un par de publicaciones de la revista más, con sus respectivas noches artísticas de lanzamiento y talleres al lado de la propuesta. Las redes en Centroamérica con las que siempre he soñado se construyen mágicamente, sin mí presente. A pesar de querer empacar e ir a una capacitación en tierra salvadoreña, la maleta se queda en la idea denegada, por razones presupuestarias, de yo escapar con mi compañera de caminos a poner mi cuerpo. El espacio se lleva a cabo bajo el liderazgo de una mujer a la cual he visto crecer - ¡tantísimo!!!! - en lo que me cuentan que son 3 años que no siento como más que en esa cantidad de meses en el sentimiento del cuerpo.

Espero.

Así. Recocijándome en ver las cosas moverse a partir de ideas y sueños que he compartido que se hacen realidad por sus medios propios. A veces no he movido más que los dedos que persisten en soñar conmigo, a través de las letras. A veces ni eso y otras me he puesto enterx; con el cuerpo completo paleando desde el centro.

Y ¡bueno! El lado extremo positivo de quedarme aquí fue cumplir aquello para lo cual regresé de Costa Rica nuevamente al norte: la graduación de mi bella esposa. ¿Quién no es feliz viendo semejante rostro? La felicidad andante hecha sonrisa en cuerpo. De verdad no puedo explicar lo preciosa que yo la veo cuando sale de casa arreglada y lista según los estándares que ella se ha puesto para celebrarse en lo que merecidamente es un enorme logro alcanzado. Y, aunque no quiero que esto sea una publicación cursi, necesito comenzar, también, a reconocer la relevancia de nuestros vínculos en todo lo que hacemos.

Yo leo los comentarios finales de la tesis de Jimena, veo el grupo de trabajo que usó para el proyecto, las metodologías, los temas, los retos, la propuesta y digo: He estado tan enfocade en verme como persona que vive con otra en vínculo afectivo que me maravillo al ver hecho texto mucho de lo que nos impulsa la vida, desde las academias, a replantearnos nosotres. Veo el orgullo de compartir con una mujer científica artivista a la cual admiro, porque sé perfectamente bien cómo conlleva todos sus ideales en cada práctica. Cada momento, cada estancia...ella. Me reúne con este montón de gente que la apoya y mi corazón se siente ampliamente amado de diversas maneras. Es central eso - para la vida. Deseo, desde mi corazón, que todes conozcamos en algún momento un grupo de gente a la cual admiremos y podamos también decir: ¡pucha! Esta gente está aquí para todes de la mejor manera en la que puede. Y eso se siente cuando las cosas se ponen feas, que es lo que ha pasado aquí numerosa cantidad de veces en una ciudad de gente blanca académica que nada afluentemente entre tantisisisísimos privilegios en un momento algo turbio de la situación política nacional; especialmente alrededor de temas de migración y fronteras.


Sobre eso, además, tengo el amplio agrado de anunciar que estaré, entonces, regresando a Costa Rica también para iniciar procesos de creación artística de diversas índoles, entre las cuales viene una pieza en donde replanteo un poco la cuestión de migraciones sobre la cual llevo hablando ya hace rato desde la danza-teatro y a manera de performance en diversos productos que he mostrado. No obstante, éste lo hago, también, desde la búsqueda en el mundo escénico de Samuel Beckett, con quien me he llevado a profundidades inigualables en mis enamoramientos teatrales, pero sobretodo, literarios. Hay algo en Beckett que no me ha dejado nadie, lo cual podría decir de Pina, también, y ¡tanta otra gente! Muchísima de ella son ticxs, por cierto, y están vivxs y creando.

Es precisamente el grupo de artistas que están breteando en Costa Rica y a quienes tengo el privilegio de molestar saliendo de meditación de Vipassana en Costa Rica por el Chirripó en agosto con quienes espero traerle lo que comienza hoy mismo con su apoyo en unas rifitas de unos licores (ron y Bailey's) para el día del padre. Porque...sí, para hacer arte en Tiquicia tenemos que pulsearla, y vender rifas en la calle y los barrios, entre quienes nos leen y nos hablan, es lamentable parte de la situación económica en la que se encuentran muchos grupos de teatro independiente, como el que quiero montar eventualmente, cuando la cobija nos de para llamarnos eso.

Voy a cerrar. Pero eso con una idea que hace rato les quiero compartir. Vale la pena, les prometo.

Hace unos años, cuando llegué aquí por primera vez, yo veía los tours de bote pasar por las calles de Boston (son unos tours que se llaman "Boston Duck Tours", en donde la gente va por la ciudad como en un carro, primero, y luego ese mismo aparato se mete al agua para nadar por el río más famoso en la zona, el Charles River). La cosa es que yo los veía pasar mientras estudiaba el centro de la ciudad para ver si me atrevía a dar tours en la calle. Al decidir que no, dije: No creo que jamás me monte en uno de esos. Pero ¡bueno! Vinieron mis suegros a mejorar la cosa y, con tal de acompañarles, sumamos Jime y yo mi boleto para acompañarles al centro de la ciudad a tomar uno de estos.

La frase dice:

Una vez pensé no montarme en uno de estos jamás. 
Al día siguiente me veo conduciendo uno de esos yo mismx. 

Así es la vida, chiquillers..¡así es la cosa! 

Y no es para algunes; es para todes. 

Lo único que hace falta es confiar y conectarse. Con ustedes mismxs. 

La belleza es que la luz está en cada ser que habita este planeta - 

quizás ése es el principio. 

Reconozcamos más la luz que nos compone y dejemos de pelear por los trucos de las realidades y las mentes. 

Les abrazo. Aquí el cierre:

Salí de San José así; con este par viniendo a saludar para despedirme; en un Uber con un par de maletas que ellos dos, hijes míes de alma, corazón y cuerpo, me cuidaban.

Ahora nada; tendré unos bellos 8 meses para ir a verlos, con más tiempo, con más calma, con más cariño ¡como si nunca me hubiese ido! Pero mejor, incluso, porque sí me fui, sí crecieron y sí fueron amades profundamente a pesar mío. Ahí empieza la enseñanza. En trabajar el apego y darse cuenta que el soltar genera cosas infinitamente más bellas!! Si tan sólo mi escasita mente lo comprendiera tan fácilmente todo el tiempo.

Ser:

humane.