Vipassana - Un comparativo entre Delhi y el Chirripó

No me he sentido muy bien últimamente.

Habría que definir qué quiero decir por bien, para empezar, pero podemos entendernos en los términos comunes un rato y decir que es ese sentimiento de jovialidad cotidiana que abunda en lo que tradicionalmente se conoce por felicidad, al rato.

Pasé una semana de muchas chichas. Por primera vez en (creo que toda) mi vida me acosté a dormir a las 3 de la tarde un día. No veía de otra que echarme al sueño al lado de un perro precioso que es el mejor compañero que le pude pedir a la vida en esta casa. Como él, me eché a roncar como el mejor remedio para mi estado de vida tras una decepción con lo que debió ser una toma profesional de retratos para mi portafolio de dirección. En fin; con un pie en la preocupación por estarme deprimiendo y otro en la confianza de estar haciendo mi trabajo espiritual más elevado de mi existencia, me entregué al sueño. En ese plano se resuelven muchas cosas. Ese concepto me lo enseñaron por diálogo y lo compruebo ahora en la práctica.

Por otro lado, estoy segura que la luna me afecta; que realmente soy lunática. Eso no es nada nuevo dentro de la corriente de mujeres cíclicas que forja el pensamiento holístico sobre la vida sagrada de lo femenino. Bueno, me salto el tema de género aquí porque no llegaría al punto. 

La cosa es que, ya saliendo de la crisis, puedo respirar un poco más profundo y ver en retrospectiva. Lo que me sacó de esa miseria de la auto-lástima que radica en el darse extrema importancia fue absorber mentalmente el extenso trabajo espiritual en el que ando.

Salir de 10 días de servicio de meditación Vipassana no es cualquier cosa. Pensé que sí. Que al montarme en el avión de regreso a casa se terminaba la cosa. ¡Para nada!

Les ofrezco hoy un comparativo entre la meditación Vipassana que hice en el centro más viejo de India y la que hice en las faldas del Chirripó en FincaMía en Costa Rica. No sé para qué serviría, pero imagino que a alguien a quien le interese aprender sobre meditación y, especialmente sobre meditación Vipassana, al rato le parezca interesante conocer sobre la experiencia. Ya el comparativo es nada más un encuadre programado tanto en los procesos mentales como en las estructuras literarias de esparcir y digerir conocimiento. ¡Qué pereza reconocerlo y aún así entrar en acción semejante! Pero bueno. Más abajo les dejo.

Antes de cerrar, me gustaría nada más concretar un poco sobre la enseñanza que encuentro en estos últimos días de aislamiento. Y es que, conforme me encuentro meditando más profundamente, leyendo sobre cosas afines (como la vida y la muerte en la concepción tibetana, los sueños lúcidos y las prácticas para manifestarlos, las plantas de poder y reiki - todo a la vez), me doy cuenta que estoy ida en el yoga, respirando profundo y trabajando el cuerpo. Al salir de clase, del salón y de mi mat, todo mejora. Me siento liviana y ligera, tranquila y con la mente cada vez más vacía. No he tenido mayor logro sin notar el espacio de transición en llegar a esa meta que poder manejar sin pensar en nada. Tener la mente literalmente no en blanco, sino como en transparente. Quizás sea ése un ideal para el pensamiento. Que la mente no me domine, sino ponerla al funcionamiento de mi cuerpo y experiencia. ¿Dónde está el pero aquí? Despertar sin ganas. Ver la vida como algo muy, muy denso. Tener chicha porque no estoy "haciendo nada" con mi vida, más que esto. Obviar que todo el trabajo en mí actualmente - y no en una corporación que me pague la plata que quiero para poder hacer mi ONG, mis compañías y proyectos - es, de por sí, un enorme tipo de trabajo. Batallo diariamente por valorar este lugar en el que la vida me pone de inoperabilidad tradicional. Y saber que eso no es altamente valorado afuera. Esa tensión entre el equilibrio mental y la valoración física en esta dimensión es un enorme contraste. Hay un choque ahí entre mi mente y espíritu, la manera en la que lo conservo y el funcionamiento cotidiano de este mundo como lo conocemos en la dimensión en la que dialogamos. Y el choque entre ambos la pone a una en un estado muy similar a la depresión psíquica, incapacitada de operar al 100% en ambos sentidos. ¿Cómo, entonces, se logra un balance saludable entre ambas?

En esas estoy, precisamente. Creo que vale la pena el esfuerzo. De cierta forma, hay que reconocer que necesitamos reprogramarnos en muchos aspectos. La mente hay que re-programarla para que funcione dentro de otros preceptos; más hacia el funcionamiento de la comprensión de realidades que van más allá de lo que nuestros sentidos pueden palpar en esta dimensión física.

Es como ver el artículo del pulpo que alegan como nacido desde lo extraterrestre y pensar que realmente de eso se trata. ¿Qué pasa si hilamos más fino? Si escuchamos lo que realmente se está tratando de decir y no lo que la noticia nos moldea como oferta de pensamiento. No me logro explicar claramente, pero...puesto sencillamente:

Si alguna vez ha cerrado sus ojos suficiente tiempo como para dejar que los pensamientos pasen y se ha dado cuenta de que existe un algo, un algo más que la fisicalidad de un edificio o su carro y su casa, entonces es posible comprender que hay todo un mundo que dialoga por debajo y detrás de sus palabras y pensamientos. Al adentrarse en esas otras dimensiones, abrir los ojos para volver a ésta nos lleva a un choque en donde el cuerpo puede desconfigurarse. Y no queda de otra que tirarse a dormir con el perro porque no se sabe qué más hacer con todo esto. ¿Cómo me levanto y sigo operando? No para hacer mejor uso de las edificaciones que nos hemos construido, como los centros comerciales, bancos y museos, sino para moldear de manera distinta y a nivel interno esos ideales que nos han sembrado, por ejemplo, como el del nivel de estudios y carreras que paguen bien, etc?

Un maestro que me tengo por ahí a quien no conozco personalmente decía tras la luna llena que la vida no se trata de encontrarse en el camino que se le ha marcado. Se trata de crearse de la mejor manera que usted pueda y conozca. Relevante el mensaje, me parece; especialmente ahora que las nuevas generaciones rechazamos más y más seguido y comúnmente los bretes esos de 9 a 5 en cubículos y con corbatas y reuniones sin sentido. En un mundo en donde es ya posible retirarse de esas asociaciones para vivir, simplemente, lo cual significa de inmediato ir tras calidad de vida y pasiones puestas al servicio de la gente.

Nada - aquí les dejo la info de Vipassana:

India:

Comida - hindú tradicional deliciosa (para quien la comida hindú es su favorita, como yo, esta experiencia amplía en un menú jamás visto en Occidente de la manera más autóctona, sencilla y exquisita. Un enorme valor agregado a este retiro en Delhi)

Meditaciones grupales - Bulliciosas en términos de necesidades corpóreas humanas. Pedos, eructos, estornudos...todos sin limitación o inhibición alguna. Un factor considerable para el entrenamiento de la mente en medio de la meditación. Me sirvió a enfocarme, pero es también un periodo de mucho centro el ajuste a escuchar y oler cosas que se censuran con mucho mayor medida en Occidente. 

Meditaciones individuales - el uso de la pagoda es invaluable. Celdas individuales para los últimos días del curso. Hacen que su trabajo sea aún más enfocado con la trampa de poder dormirse a puerta cerrada o acostarse y dañar así su propio camino. No lo hice sólo yo, sino varias de nosotras. Pasa, supongo. Es natural y, por ende, tramposo.


Condiciones de cuarto - Cuarto propio por persona con baño propio. Cuartos individuales a su propia responsabilidad de limpieza.

Uso del tiempo - Mismos horarios de meditación a nivel global. Eso no varía. Horario de salida y entrada muy organizado, con tiempos fijos para la limpieza personal de los espacios personales fijamente marcados. Hora de llegada clara.

Transporte - Bus disponible desde y hacia un punto común en Delhi. Gratuito.

Recursos - Sala aparte para extranjerxs para las charlas de Goenka al caer cada noche. Videos en un televisor sencillo. Normas de sala de meditación estrictamente aplicadas aquí. Libros a la venta en día 10 por valores ridículos (precio de costo). El centro opera continuamente como centro de meditación Vipassana, por lo cual todo funciona como reloj suizo. Cada plato con número y espacio en salón con campos fijos. Es, quizás, más estilo "ganado" en tratamiento que algo que surje en el momento. Cada cosa tiene su gusto y su lado amargo.


Costa Rica:

Comida - Deliciosa comida tradicional costarricense. Tuve la suerte de estar al mando de una mujer guanacasteca con su negocio de comida en San Ramón. Aprendí sobre la cocina tradicional costarricense aún más. Sencilla, sin embargo. Mucha fruta y un menú repetitivo de acuerdo con el programa. Sin embargo, se variaba lo más posible dentro del rango de cocina. No creo que debería haber mucho de qué quejarse.

Meditaciones grupales -Silenciosas. Increíblemente silenciosas para muchísimo bien. Meditar en medio del sonido de una lluvia tropical o los diversos ruidos de la naturaleza durante madrugada, tarde o noche es un privilegio enorme para este sitio. La concentración y el silencio del grupo aportó mucho al crecimiento personal en la meditación.

Meditaciones individuales - Al carecer de pagoda, básicamente se medita en el cuarto cuando se permite, o en el salón grupal, únicamente.

Condiciones de cuarto - En su enorme mayoría, la estadía se comparte. La estadía es en un lugar cuyo costo por persona por noche es elevado tradicionalmente. Hotel de retiros puesto al servicio de la comunidad de meditación. Tiene sus pros y sus contras. Menos manejo de la equidad de condiciones para todas, pero con estadías en un lugar de retiros, un hotel, con todas las condiciones para ello. Baños compartidos o comunales en exteriores. Acomodación de colchones en camas o piso. Cuartos esparcidos en una propiedad inmensa llena de naturaleza y al lado del Río Talari. Si no conoce el río, busque fincamia.com. Es una joya preciosa el flujo de esas aguas de manera constante en el recinto.

Foto tomada de Fincamia.com
Uso del tiempo - Mismos horarios de meditación a nivel global. Eso no varía. Horario de salida y entrada con mayores logros posibles si hubiese mayores manos voluntarias para la organización de entradas y salidas de los grupos. Algo incierta la hora de salida oficial en relación con las necesidades comunales de limpieza del sitio. Mayores logros posibles en la organización de entrada, también.

Transporte - De deber personal la gestión de logística en este sentido. Severamente mejorable la coordinación de recursos (ofrézcase a voluntariar en esto, si puede, por cierto). Hay una pizarra de contactos de gente que se ofrece a llevar personas de acuerdo con campos disponibles y otra de gente buscando ride. Para el último día, se trata de coordinar transporte para bien común en relación con la salida del sitio de regreso a San José y, sobre todo, otras rutas posibles (Perez Zeledón, Dominical, etc). Toda meditadora encontró campo en algún transporte para el regreso en esta ocasión, por dicha.

Foto tomada de Fincamia.com
Recursos - Audios con traducción al español para las charlas de Goenka cada noche. Se usan comedores alternos para las charlas en otros idiomas, también únicamente disponibles por audio (no hay videos). Libros mayoritariamente en inglés para consulta en el sitio a partir de la tarde de día 10.

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