Se acaban las 2 semanas en Texas

Un poco de nada

Mañana por la mañana me montaré a un bus que me llevará a Austin, Texas desde Corpus Christi. De ahí espero tomar otro bus que me llevará al aeropuerto donde tomaré un vuelo hacia mi madre. Volver a Las Vegas tras quizás una década.

Hoy fuimos a caminar por la playa. Es mi despedida personal a este pueblo que me ha dado tanto sin físicamente darme nada. Lo que más me ha sorprendido o alegrado ha sido poder volver a circular por las calles y recibir un saludo no sólo verbal, sino físico mientras la gente, aparte de reconocerle, le extiende la mano, alza un saludo y muestra la boca conforme una pasa. ¡Qué difícil ha sido creer que hemos llegado a socializar el no reconocimiento de la otra gente!

En 2 semanas he aprendido más sobre construcción que a lo largo de toda mi vida. Aunque también fue precioso reconocer que sabía más de lo que yo pensaba sobre el mantenimiento práctico de una casa. Creo que eso pone muchos pensamientos en remojo sobre las costumbres de una persona de clase media en un país de una misma ubicación en América en relación con gente de la misma clase en paralelos más al norte.

También he estado sufriendo muchos ataques de nostalgia propios de mi expropiación voluntaria a estas latitudes. La otra noche me encontré pensando en lo mucho que mejora la vista hacia el sur desde aquí más lejos. No quiero caer en romanticismos sobre el Sur. Es innegable, sin embargo, el calor que dejan sus múltiples riquezas naturales y culturales.




Hoy, además, borraba el enlace facebookiano con una familiar que posteaba la siguiente imagen:

Mientras leía sobre Butler, una filósofa no muy santa de mi devoción, no podía evitar pensar lo mucho que la gente a favor de las normas gramaticales demuestra sobre su propia ignorancia. Preciado recuerda en Testo Yonqui lo que, a falta de mejor traducción, traduciría yo como "coerción performativa", la cual se refiere a "convenciones culturales que imponen repeticiones reguladas de procesos corporales, lingüísticos y semiotécnicos" (Preciado 122). Entonces, lo que me causa es una ligera risa cuando leo a la gente creerse culta por corregir o restarle tolerancia a los errores gramaticales, ortográficos o de otras índoles de sectores claramente no privilegiados dentro del sistema educativo (y casi que de castas). Ni qué hablar de las implicaciones socio-culturales y políticas de nuestras escogencias de lenguaje.

Entonces anoche me dedicaba a ver pinturas en Internet, como la de Degas sobre Rosita Mauri gracias a que la mencionan en la peliculita esta de Leap! Quise poner una foto en Instagram, pero el censor de tamaños no me dejaba. Me causa gracia pensar que tengo mi manejo de redes al revés. Mientras se supone que debería pelear por gente que me siga, lucho por eliminar a quienes sigo y me siguen para tener un ilusorio sistema privado de publicación de malas fotografías (al menos las mías estoy al tanto que son pésimas, pero son mías para hacer con ellas lo que quiera y no para adherirme al cumplimiento que debería tener sobre el manejo de esa red en específico). En fin; no pude postear la foto. Así que aquí les dejo:

Estoy cerca de concluir el año de viaje en aproximadamente 1 mes y 1 semana. Espero en ese momento poder hacer un recuento rápido de lo que ha sido esto. Por ahora, a seguir empacando para seguir caminando.

Muchos abrazos.