La muerte es vida, dicen. Todo es una misma cosa.

Amanecí abrazando la muerte
Tibia en la frente
Cálida en el agarre de su mano

Se fue, pienso
Va de camino a mejores mundos

El cuerpo cede
¿Sabe?
Se pone frío y tieso
Como el gesto en el rostro que graba el miedo para siempre en la memoria de sus células blancas y rojas
Es triste, tal vez
Esperar la dureza para llegar a la blandeza de un corazón que pudo haber dado ¡tanto! tan solo un poco antes.
La invitada que todes sabemos que vendrá y nadie quiere recibirle apenas toca la puerta
Súbita su entrada, por más que la esperemos en un aviso con tiempo
Lenta su salida, por más rápido que se haya llevado el último respiro de algún cuerpo

Es difícil, tal vez
Saber que no sabremos nunca cuándo nos llega
Y que, aún el saberlo, únicamente complicará más las cosas.

Anoche tomaba una taza de té de lavanda
Empotraba el barro de la jarra en el chakra del corazón
Como esperando que el violeta llevara la agonía a mejores reposos

Mientras tanto, quizás,
en lo que flotaban las hojas...
Guiaba mis pensamientos a ser canales
De paz, pedía
Para que se fuera tranquila

"Vaya contenta"
¿Hay algo más que pueda hacer?

Para dejarla pasar
Penetrar profundamente
Soltar el ego
Y liberar el sufrimiento

"Voy a estar en la esquina," le dije

Thank you
                   Thank you
                                        Thank you

Si pudiera graficar melódicamente, sería el tono más sutil
Un arrullo de fondo, casi
Su voz en mi memoria es una canción que se convierte en la mejor herencia

Muchos años he hecho teatro
Nunca cae un telón cuando se cierran los ojos
¿Por qué no cae el párpado? me pregunto
Mientras asimilo el azul del cielo que aumentó la fuerza en sus ojos
Son como rayos o faros
Una imagen perpleja mientras busco su brazo

El verde se ve más vivo
El viento trae el recuerdo
Las lágrimas caen
Sucumbe mi cuerpo

Puedo soltar, me recuerdo
Dejá de pasar
Para empezar a retener
¿Mi cuerpa quién la cuida?
¿Quién es la siguiente? 

No dormí anoche.
3 de la mañana en adelante.
Al almuerzo un postre fue el mejor trofeo que pudimos poner a la mesa
¿por qué no hubo chocolate?
El tarro de helados en el que no pensé antes.
Que se lo hartara completo. Que se lo comiera todo. Que viviera entera, como si nunca hubiese tenido más que su voluntad para ser una diosa.

Hoy veía un río a veces ser lago y a veces cauces repletos.
Caminaba bajo pinos pensando en el espíritu que se escapa de la mente y los cuerpos
Me senté en una piedra del tamaño del norte
"Inmensa", pensaba
Tanto así que no encuentro por dónde
¿Adónde comienza?
¿Cuándo se termina?
Poco me importa.

Si nace abajo o vive arriba la piedra
Ya no queda de otra
Si no encuentro cómo amarla,
de nada ha valido la caminata.